La alianza que EEUU y URSS mantuvieron durante la guerra fue frágil. Apenas se terminó el conflicto surgieron las diferencias que desde antes del conflicto existían. Aunque no abiertamente hostiles estos dos países antes de la guerra se miraban con recelo. EEUU había demorado en reconocer al régimen comunista, lo había hecho recién en los 30´ y su éxito económico era visto con cierta indiferencia.
Frente al enemigo común no dudaron en cooperar, pero cuanto éste comenzó a ser acorralado en Europa y se visualizaba el triunfo aliado ambos países comenzaron a dejar entrever sus diferencias sobre todo en el terreno del los diferentes proyectos que tenían para Europa.
Uno de los puntos más álgidos de estas diferencias lo constituía la situación de la Alemania derrotada. EEUU quería su pronta recuperación. URSS quería que no se levantara más, quería su desmantelamiento. Ambos querían evitar de todos modos a un nuevo Hitler.
La relaciones entre URSS y EEUU se irán deteriorando en los meses posteriores a la rendición japonesa. Tenían visiones opuestas en varios asuntos. Además de Alemania y Europa del Este, se sumaban: control de las armas atómicas, Medio Oriente, este del Mediterráneo, ayuda económica de EEUU y presencia rusa en Manchuria (China). 1946 fue el año en el cual se desdibuja la Gran Alianza dando paso a la Guerra Fría.