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Dimensiones

 

Dimensiones

Las dimensiones de la calidad de la información se pueden agrupar en cuatro categorías:

Calidad intrínseca de la información.

Hace referencia a la calidad de la información per se, a su valor objetivo independientemente de su forma de difusión, diseño o al público al que va dirigido. Se engloban aquí aspectos como:

Rigor científico

Información basada en la evidencia científica, en la reflexión y en los métodos científicos propios de cada disciplina.

Integridad:

La información debe presentarse en su totalidad a no ser que la finalidad del documento sea resumir o abreviar otra información.

Objetividad:

La objetividad depende del autor de la misma y no de la percepción del usuario. Su carencia puede dar lugar a percepciones erróneas de la realidad de un hecho y a la desinformación. Dado que en muchos casos la objetividad no es fácil de percibir, la credibilidad de la información se asocia a la confianza que nos merezca el responsable de su contenido en función de su autoridad y su adscripción.

Precisión:

La precisión tiene que ver con la exactitud de la información y con el nivel de profundidad con que se aborda un tema.



Calidad contextual de la información.

Tiene que ver con el contexto en el que se accede a la información y con la adecuación a las necesidades del sistema y del usuario.

Relevancia:

La relevancia es la adecuación de la información a las necesidades de los usuarios.

Valor añadido:

En muchas ocasiones los elementos de valor añadido facilitan el uso de la información y permiten una mejor asimilación de la misma, aumentando su utilidad y calidad.

Actualidad de la información:

La actualidad de la información determina en gran medida su utilidad.

Cantidad:

A priori, cuanta más información se aporte mejor, pero dentro de unos límites que pondrá el sistema y el usuario (para sus necesidades).

Utilidad:

Aunque tiene un aspecto subjetivo y depende de para qué quiere ese usuario esa información, también hay un componente objetivo relacionado con la finalidad de la información y el perfil de usuario al que se dirige.



Calidad representacional de la información.

Se trata de la forma en que se representa la información, así como de todos los aspectos técnicos referidos a su estructura.

Esta categoría abarca los siguientes aspectos:

Tipo de formato.

Claridad.

Concisión.

Compatibilidad.

Diseño.

Flexibilidad.

Homogeneidad de los datos.



Calidad del acceso a la información.

En esta categoría se engloban los aspectos relativos al cómo se accede a la información:

Tiempo de espera.

Navegación.

Seguridad.