La viticultura es la producción de uva; la mayor parte se destina a la industria vinícola (elaboración de vino).
Mientras que una parte de la producción es vinificada en bodegas propias de los viticultores, otra es vendida a los bodegueros.
Se encuentran así ambas actividades (producción de uva y de vino) muy integradas y por este motivo se considera este conjunto como vitivinicultura.
Alrededor del 10% de la producción de uva se destina para el consumo fresco y está compuesta por variedades denominadas “de mesa”.