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Los conventillos

ConventilloLos conventillos fueron una parte importante de la historia social de Uruguay

También conocidos como inquilinatos, eran viviendas colectivas que se popularizaron en Uruguay a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. 

Eran frecuentemente ocupadas por inmigrantes que llegaban a Uruguay principalmente desde Europa, aunque también los había de el Cercano Oriente y Asia.

 

En los conventillos, varias familias compartían la misma vivienda, y muchas veces, una sola familia vivía en una sola habitación. 

Además, todas las familias compartían espacios comunes como patios, lavaderos, baños y cocinas. 

Estas viviendas presentaban graves carencias edilicias y concentraban a la población de menores recursos, principalmente en Montevideo.

Coneventillo

La vida en los conventillos era dura. 

Los inmigrantes debían enfrentarse a la discriminación, la explotación laboral y las difíciles condiciones de vida. Sin embargo, a pesar de las dificultades, muchos inmigrantes lograron mejorar su situación y contribuyeron significativamente a la sociedad uruguaya.

Fuentes históricas

Vivienda obrera: el conventillo 

"Un cuarto de esas casas ómnibus", que abrigan al mendigo como al humilde industrial, tiene generalmente una puerta sobre el patio y una ventana a lo más; es una pieza cuadrada de cuatro metros por costado y tiene el siguiente destino: es el dormitorio del marido, de la mujer y de los hijos, que son por lo menos 5 o 6, generalmente sucios; es el comedor, la cocina y la despensa; el patio donde juegan los niños, el sitio donde se depositan los excrementos, a lo menos provisoriamente, el depósito de basuras, la sala de la ropa sucia y limpia, si la hay; la vivienda del perro y del gato, en una palabra, un sitio en donde 5 o 6 personas respiran de una manera contraria a todas las prescripciones higiénicas, a todas las leyes del sentido común y del buen gusto y a todas las exigencias del organismo". 

 Octavio Morató
Problemas sociales en: José P. Barrán y Benjamín Nahum,
“Batlle, los estancieros y el Imperio Británico”, Tomo I: “El Uruguay del 900”.

Las cincuenta personas que viven en el conventillo de Galicia1117, son condenados a la mugre perpetua.

Piezas insalubres, sin luz, escasez de agua, ratas y un ambiente impregnado de fétidos olores.

Su dueño, Juan B. Introzzi, percibe mensualmente unos 200 pesos por concepto de alquileres.

El Sr. Introzzi, propietario del conventillo, es dueño de casi toda la manzana, fuerte comerciante de plaza, establecido en Rondeau y Galicia y está construyendo un regio palacete junto al conventillo.

En el conventillo hay dos waters, dos canillas de agua y una cocina de 0,70 por 0,50.

Tiene 20 piezas y el alquiler oscila entre $7 y $10.

Diario Justicia, 1929 en: Trochón y Vidal,
"Bases documentales para la Historia del Uruguay contemporáneo (1903-1933)

Imagina que eres un habitante de un conventillo del 900. Según lo comprendido escribe cómo sería tu vida cotidiana, tus sentimientos, deseos miedos.

Puedes escribir en formato carta a un amigo.

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