Los conventillos fueron una parte importante de la historia social de Uruguay
También conocidos como inquilinatos, eran viviendas colectivas que se popularizaron en Uruguay a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Eran frecuentemente ocupadas por inmigrantes que llegaban a Uruguay principalmente desde Europa, aunque también los había de el Cercano Oriente y Asia.
En los conventillos, varias familias compartían la misma vivienda, y muchas veces, una sola familia vivía en una sola habitación.
Además, todas las familias compartían espacios comunes como patios, lavaderos, baños y cocinas.
Estas viviendas presentaban graves carencias edilicias y concentraban a la población de menores recursos, principalmente en Montevideo.
La vida en los conventillos era dura.
Los inmigrantes debían enfrentarse a la discriminación, la explotación laboral y las difíciles condiciones de vida. Sin embargo, a pesar de las dificultades, muchos inmigrantes lograron mejorar su situación y contribuyeron significativamente a la sociedad uruguaya.