Una de las razones de la baja natalidad fue la situación
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seria que estaba atravesando el país.
Asimismo, la
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de la sexualidad femenina puede tener efectos significativos en la tasa de natalidad de una sociedad.
Cuando se restringe o se reprime la expresión sexual de las mujeres, ya sea a través de
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sociales, religiosas o políticas, se pueden producir varios impactos que afectan la decisión de tener hijo.
Por ejemplo, en sociedades donde la maternidad fuera del matrimonio es fuertemente estigmatizada, las mujeres pueden enfrentar
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para evitar el embarazo si no están casadas.
La represión de la sexualidad femenina también puede tener efectos
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negativos en las mujeres, como sentimientos de
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, vergüenza o ansiedad asociados con la actividad sexual.
Esto puede influir en su decisión de tener hijos, ya sea por miedo a la responsabilidad asociada con la maternidad o por preocupaciones sobre cómo serán percibidas por la
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.
Al mismo tiempo, sucediendo la liberalización de las normas sociales y culturales relacionadas con la sexualidad masculina, los hombres pueden sentir menos
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para casarse y tener hijos a una edad temprana.
Esto puede llevar a una postergación del matrimonio y la paternidad, lo que a su vez puede resultar en una menor cantidad de hijos en general, ya que las parejas pueden optar por tener hijos más tarde en la vida o decidir no tenerlos en absoluto.
En definitiva, cuando una pareja no tenía hijos, la sociedad se enfocaba en culpar a la
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.