Retroalimentación
Existe un solo documento auténtico que fue punto de partida para los artistas que trataron el tema del retrato: el dibujo de Demersay, el viajero que llegó hasta él y fijó en el dibujo el perfil de águila de un Artigas, ya en el ocaso de su vida.
Las telas, los dibujos y las litografías que trataron de popularizar la imagen del héroe, reproducen los rasgos del anciano octogenario sujetándose a lo único que puede establecerse como verdad iconográfica indiscutible.
Pero no era el Artigas que satisfacía el fervor admirativo de las multitudes que veneran su gesta libertadora. No es el Artigas de Las Piedras ni el de las Instrucciones. No son esos los rasgos del Protector.
Entonces, Blanes crea su Artigas de la edad madura, el Artigas de Las Piedras. Así abre el camino a las interpretaciones, que no son otra cosa que los retratos, en pintura o escultura, que siguen a su creación.
Carlos María Herrera, parte de uno de los carbones o estudios realizados por Blanes para concretar su idea.
El artista Zorrilla de San Martín, durante mucho tiempo, dedicó al problema, amplios estudios. Su preocupación fue resolver el enigma de Artigas joven. Partiendo del retrato de Demersay remonta la corriente de la vida de Artigas, concretándola en varias etapas hasta llegar a la de su juventud.
Por cierto, se está más cerca de la verdad por esta vía que por la seguida por Blanes u otros artistas, los cuales crearon enteramente la figura partiendo de datos reales.