Diariamente estamos expuestos a miles de microorganismos, a través de la ingestión, por el contacto con superficies infectadas y también por el simple hecho de respirar, sin dejar de lado que muchos de estos agentes son potenciales patógenos para el ser humano.
La respuesta inmune adquirida, tanto celular como humoral, tiene un impacto mínimo cuando estos microorganismos van a causar infección, ya que las bacterias crecen exponencialmente y un simple organismo puede producir millones de bacterias en menos de 24 horas.
Por todo esto, es importante comenzar a estudiar cómo estos microorganismos pueden respirar a pesar de ser microscópicos.