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El día a día

 

Para la clase media, que fue consolidándose al amparo de las leyes sociales del período, se abrían nuevos barrios, con viviendas de costo accesible.

El sueño del techo propio pasó a ser una aspiración de los uruguayos.

 

El patio, los balcones, el zaguán y sobre todo la relación con los vecinos conformaron la identidad de gran parte de la población en las ciudades.

Barrios

 

La autoridad de los padres era indiscutida y los hijos los trataban de usted.

Incluso la relación de los novios: no se tuteaban hasta poco antes de casarse.

 

Novios de zaguán

Familia complicada
"En aquel período, el zaguán, con sus puertas, establecía límites bien definidos a la sociabilidad que no todos podían trasponer. Numerosos testimonios relatan cómo la primera etapa de los noviazgos se desarrollaba en el balcón y luego en el zaguán. Cuando el pretendiente era autorizado a ingresar en la sala, esto implicaba una mayor formalización de la relación."
RODRÍGUEZ VILLAMIL, Silvia, "Vivienda y vestido en la ciudad burguesa", en "Historias de la vida privada en el Uruguay", tomo 2, J. P. BARRÁN y otros, 1996.
"[Las comidas] reunían a la familia entera, en horas fijas, a las que todos debían amoldarse. El hecho de que un hijo llegase tarde a comer se consideraba una falta de respeto a los padres; en ese caso no se le servían los platos anteriores… Existía demasiada formalidad en las relaciones entre padres e hijos: estos no hablaban más que cuando el padre o la madre les dirigían la palabra".
RODRÍGUEZ VILLAMIL, Silvia, "Vivienda y vestido en la ciudad burguesa", en "Historias de la vida privada en el Uruguay", tomo 2, J. P. BARRÁN y otros, 1996.