Con el fin de evitar una imagen distorsionada, borrosa o temblorosa, es necesario mantener el celular estable durante la grabación.
Veamos esta escena conocida de la historia del cine: Rocky Balboa subiendo por las escaleras mientras entrena.
En el primer video vemos la versión original de la película tomada con un estabilizador. El segundo, que se trata de una producción amateur (sátira de la original) no se usa ningún tipo de estabilizador:
Las diferencias son notorias
Para mantenerlo estable podemos usar una de las siguientes 3 técnicas:
1. Uso de Estabilizadores, trípodes y otros equipos similares (muy recomendado)
Hay trípodes de todos los estilos, desde los compactos que son muy pequeños (parecidos a los de las cámaras de foto) hasta los profesionales, con los que no tendrás problema en hacer movimientos de cámara muy suaves sin cambiar la cámara de sitio.
2. Estabilización "casera" (recomendado)
Si un trípode o estabilizador es demasiado caro, entonces sostener el celular en una mesa, un estante o una silla, también puede ser una opción.
3. A mano (no recomendado)
Tu brazo y la palma de tu mano son el soporte de cámara más barato que puedas encontrar, aunque la estabilidad no está garantizada.
La clave es asegurarlo con ambas manos y juntar los codos a tu cuerpo. Además, en lugar de usar los brazos para mover el smartphone, utiliza todo tu cuerpo para realizar pequeños movimientos y rotaciones.
Nota: Consideremos en este sentido que las tomas se pueden estabilizar en la post-producción; aunque una imagen con mucho movimiento y nada estable es difícil corregir.
Entonces
Si no cuentas con uno, apoyar el celular en algún estante, mesa o cualquier otro sitio en el que pueda sujetarse estable mientras se graba es muy buena idea.
Si se cuenta con un trípode para teléfono móvil o un palo para selfies mucho mejor.
Llevarlo en la mano es una opción, pero es la peor de todas.
Algunos modelos de los más modernos celulares vienen con OIS integrado, que es un dispositivo de estabilización óptica de imagen que te ayudará a reducir las vibraciones, muchas veces con costos elevados.