Un juego que no es un juego
Instrucciones
En este juego, la persona facilitadora propone, como herramienta dinámica de aprendizaje activo, que cada estudiante asuma un rol simulado de una situación de violencia escolar, vinculada a las redes sociales en la vida real.
Al interpretar un personaje, cada estudiante involucra su empatía, colabora y comprende aspectos propios y de la personalidad, sus pares, toma decisiones y asume consecuencias.
En la simulación del rol, improvisar diálogos, genera debates, piensa estrategias, acciona, plantea interrogantes y favorece habilidades de comunicación, pensamiento crítico e inteligencia emocional.