Arte: pintura uruguaya

De las civilizaciones precolombinas que habitaron nuestro territorio no se conservan otros registros pictóricos aparte de los diseños grabados en cerámicas y tallas en piedra. Pero sí existen registros de pintura rupestre que podrían haber sido realizadas entre 6000 a.C. y 1500 d.C. 

En la localidad rupestre de Chamangá, se encuentran pictografías de formas geométricas que incluyen impresiones de manos adultas y juveniles, trazos y formas geométricas realizadas con pigmentos y petroglifos.

 

La pintura como tal comienza a definirse en Uruguay a principios del siglo XIX. Son los pintores que llegaban de Europa quienes realizan dibujos y grabados a modo de crónicas visuales sobre habitantes, paisajes y ciudades.

A mediados del siglo XIX Juan Manuel Blanes comienza sus óleos de temas históricos, retratos y alegorías.

A finales del siglo XIX, se destaca el joven Carlos Federico Sáez; posteriormente, las obras de Pedro Blanes Viale, Carlos María Herrera, Humberto Causa y Manuel Rosé.

A comienzos del siglo XX Rafael Barradas conoce en Europa las vanguardias pictóricas. Desarrolla su personal “vibracionismo” considerando como bases el futurismo y el cubismo. Luego lo abandonaría por el estilo de colores planos y paleta baja por el que es más conocido.

A partir de 1918 Pedro Figari buscando afianzar la identidad regional y americana y recrea el pasado histórico y social del Río de la Plata: escenas de bailes de campo y ciudad, candombes y distintas tradiciones criollas.

 

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