Tiene su origen en la descomposición de los minúsculos organismos acuáticos que vivían en los antiguos mares de la Tierra hace millones de años.

Cuando aun los humanos no habían aparecido y la superficie del planeta no tenía las mismas características que actualmente.

Cuando estos microorganismos animales y vegetales morían y caían en el fondo de las grandes masas de agua, daban lugar a sucesivas capas de sedimentos orgánicos y las arenas y arcillas se depositaban encima, enterrando las capas orgánicas cada vez a más profundidad.

Las altas temperaturas y elevadas presiones a las que han estado sometidas estas capas, y la acción de las bacterias en ausencia de oxígeno —es decir, en un medio anaeróbico— ha ido transformando lentamente los restos orgánicos en el que hoy se conoce como petróleo crudo.

Hoy en día

El petróleo es extraído de “yacimientos”, es decir, lugares en donde se encuentran restos fósiles descompuestos, que son en este caso los que generan el petróleo. 

Como los yacimientos de petróleo son escasos en el mundo, es necesario su transporte desde los mismos hacia los distintos países.

Este transporte ocurre en “buques petroleros”, estos son barcos de gran tonelaje que se encargan de transportar el petróleo crudo hacia los distintos países.

Esta forma de transporte genera un riesgo al medio ambiente, ya que una fuga de petróleo al océano puede generar alteraciones negativas en estos ecosistemas, que también generan un impacto en la calidad de vida de las personas.

Estos derrames pueden ser accidentales, o no... es habitual que los buques petroleros laven los tanques en los que se transporta el crudo y tiren los residuos al mar.