Un triangulo rojo alrededor de un signo de exclamación toma menos trabajo mental para decodificar que la palabra "Cuidado".
Se trata de colores, formas, patrones, disposiciones, estilos de fuente que, con el tiempo, comenzaron a implicar significados que no están realmente evidenciados.
Hay literalmente cientos de convenciones reconocibles. Algunos ejemplos simples que encontrará en la web incluyen:
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En muchas partes del mundo, un triángulo amarillo en un cartel vial significa ‘atención’. Esto ha pasado a convertirse una convención en software.
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Un área de la pantalla que se ve como un botón (rectangular y elevado con un borde biselado) llevará a cabo convencionalmente una acción al ser seleccionado con el mouse. Esto imita botones en dispositivos físicos, tales como radios, televisores y computadoras. Tomando la apariencia de un botón de presionar, el objeto toma la asociación primaria del usuario: "botón = puedo presionar = hace que algo suceda".
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Los primeros navegadores presentaban los hipervínculos de texto en formato azul subrayado. Esta convención ha durado por décadas, incluso a pesar que no es el formato más fácil de leer.
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Si quiere ir a la página inicial de un sitio web, mirará primero arriba a la izquierda de la pantalla para un logo o botón con la palabra "Inicio" en él. Nadie le dijo que lo hiciera, lo ha aprendido por experiencia.
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Si ve un grupo de palabras separadas por pequeñas líneas verticales en el fondo de una página web, se asume que son un grupo de links generales del sitio web en el que se está.
Esto no significa que siempre se deba utilizar las convenciones, sino que la recomendación sugiere que el apoyarse en las convenciones, hará que la navegación por un sitio sea más intuitiva. Por ejemplo, un texto azul subrayado (entendido en todo el mundo como un enlace) es una de las convenciones más claras, pero no significa necesariamente que se deba aplicar, justamente, muchos diseñadores web optan por no aplicarla por ser poco estético.
Por lo tanto, son como reglas, y, como las mejores reglas, pueden ser rotas o torcidas. El truco es saber cuándo el ir contra una convención establecida será perjudicial para una función, y cuándo necesita ser reinterpretada.
Es también muy importante evitar usar una convención en un contexto errado.