Para qué se usa un objeto de aprendizaje
Hoy, donde la información y el acceso a esta es lo que hace la diferencia, es necesario gestionarla de tal manera que resulte eficiente su difusión.
Si esta información la granulamos y la convertimos en unidades o módulos y la adaptamos para ser transformada en objetos, aumentamos la versatilidad así como la funcionalidad de los materiales didácticos.
Si, además, luego de elaborar los objetos, estos se ponen a disposición tanto de docentes como de toda la sociedad para que puedan no solo ser utilizados sino también cambiados y mejorados, estamos incrementando la cantidad de recursos y contemplando los diversos puntos de vista que sobre un mismo objeto de conocimiento se puede tener.
La combinación de esfuerzos para el logro de resultados compartidos produce a la vez ahorro de recursos y de tiempo que puede incrementar el desarrollo de materiales educativos.
Crear objetos de aprendizaje no alcanza por si solo como estrategia, sino que además ellos deben ser compatibles para poder ser intercambiados, almacenados y reutilizados.